¿Qué es la economía colaborativa y cómo aplicarla?

Aunque puede que el término “economía colaborativa” te suene algo nuevo o desconocido, lo cierto es que cada vez más empresas están apostando por implantar este modelo económico que está haciéndose popular en todo el mundo. Aquí te contamos todo sobre este modelo de economía y cómo puede sacar el mayor provecho de la misma en tu empresa, ¡acompáñanos!

¿Qué es la economía colaborativa?

Si hay algo que caracteriza a la economía colaborativa es la gran variedad de modelos de negocios —incluidas sus características de mercado— que es capaz de abarcar.

La economía colaborativa, entonces, puede considerarse como un modelo económico en el que fundamentalmente los usuarios sacan provecho de los nuevos avances tecnológicos para comprar, vender, compartir, prestar o alquilar bienes y servicios. 

Todo a través de una plataforma tecnológica que se encarga de regular las transacciones tanto en función de las necesidades de la empresa como en los beneficios económicos que puedan percibirse. Además, gracias a esta regulación se fomenta el consumo responsable y sostenible que, más importante aun, beneficia al planeta.

Mientras que la economía tradicional se basa en el intercambio de productos y servicios por dinero, en la colaborativa dicho intercambio ocurre por necesidad, favoreciendo a una colaboración mutua entre dos o más empresas. O, incluso, entre particulares y empresas.

Tipos de economías colaborativas

En función de las necesidades, productos y/o servicios y relación que se establece entre las partes, se determina el tipo de economía colaborativa. En ese sentido, podemos hablar de:

Economía colaborativa

Finanzas colaborativas

Cuando hablamos de finanzas colaborativas nos referimos a sistemas de crédito como préstamos, donaciones, microcréditos, ahorros y financiaciones colectivas como el crowdfunding.

Este último ocurre cuando una iniciativa se hace conocer a partir de colaboraciones económicas de otras personas o empresas. Suele aplicarse para proyectos culturales, artísticos o musicales.

Consumo colaborativo

En el caso del consumo colaborativo, son los interesados los que se ponen en contacto para producir un intercambio de productos o servicios y, generalmente, es de forma altruista. 

Dicho intercambio sucede a través de plataformas digitales y existe una gran variedad de productos a los que se puede acceder a cambio de dinero o algún otro trueque que no involucre dinero.

Conocimiento abierto

Este consiste en la difusión de conocimientos de alguna empresa o profesional para que quien lo desee pueda tener acceso a él sin restricciones legales o administrativas.

Por lo general, este tipo de economía colaborativa se lleva a cabo a través de plataformas digitales a las que el usuario necesita recurrir para obtener la información. Como se mencionó más arriba, esta no está sujeta a derechos de autor, por lo que puede accederse a ella cuando se quiera.

Producción colaborativa

Este modelo consiste en la difusión de todo tipo de proyectos y servicios a través de plataformas digitales o espacios físicos donde se interactúa y suele aplicarse en ámbitos profesionales como la ingeniería o el diseño.

 

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Los 5 principios de la economía colaborativa

Para poder entender mejor qué es la economía colaborativa, hemos preparado una lista detallada de los 5 principios básicos bajo los cuales funciona este modelo de consumo:

Economía colaborativa

1. Apuesta por el provecho de los recursos sub utilizados

No importa si ya tiene un precio establecido o es gratis, la economía colaborativa se concentra en compartir todos los bienes que los usuarios no utilizan lo suficiente para así sacar el mayor provecho de ellos.

Un ejemplo de esto es el carsharing, lo cual implica que si antes una persona poseía un vehículo para solamente ir de la casa al trabajo y de regreso, ahora puede convertirse en una alternativa de transporte para otras, puesto que puede ser alquilado por cortos periodos de tiempo: 1 o 2 horas.

2. Crea un impacto positivo en el entorno social y ambiental

Este principio resulta esencial a la hora de considerar un modelo de consumo como una economía colaborativa auténtica. Si seguimos el ejemplo del carsharing, todo aquel que tenga una auto en las ciudades, sabe las consecuencias directas de las horas pico y cómo afecta esto a su calidad de vida en la ciudadanía.

Al implementar un tipo de servicios como este, se encontraría finalmente una solución a este dilema, mientras que también se contribuye en la reducción del impacto ambiental negativo. Dicho esto, este tipo de proyectos, además, va más allá del lucro y las ganancias adicionales.

3. Promueve la participación de las comunidades

Las comunidades empoderadas son, sin duda, la clave para que las economías colaborativas funcionen como es debido. Por ello, es fundamental que existan reglas que limiten los comportamientos de cada una de las partes partícipes.

El procurar una buena experiencia o controlar las irregularidades son gestos pequeños, pero importantes, que permiten que el modelo de economía sea eficiente y demuestre que es de confianza, así como capaz de crear un ambiente auténtico basado en la colaboración.

4. Ofrece un acceso equitativo a las tecnologías de vanguardia

No cabe duda de que para que la economía colaborativa funcione debe existir un acceso igualitario a las nuevas tecnologías. Esto con el fin de simplificar las transacciones y tener alcance a un mayor número de usuarios.

Por lo general, dichas transacciones tienen como intermediarias páginas web o aplicaciones que permiten a las personas ponerse en contacto entre sí. En ese sentido, la tecnología actúa como puente para facilitar las uniones y sin ella es prácticamente imposible que tenga lugar la economía colaborativa.

5. Debe existir autonomía económica entre las partes

Para que la economía colaborativa tenga lugar no es necesario que exista una relación laboral entre las partes involucradas. Más bien, estar relaciones deben ser independientes y gozar de total libertad, lo cual es completamente lo contrario a los modelos tradicionales.

 

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¿Cómo puedes aprovechar la economía colaborativa aplicándola a tu empresa?

La economía colaborativa ofrece diversos beneficios a las empresas que la implementan con el fin de que estas saquen el mayor provecho de ella. Uno de estos es la reciprocidad, pero no es el único, cuando hablamos de ventajas de la economía colaborativa nos referimos a todos estos:

1. Aprovecharás mejor todos los recursos

No es eficiente tener un producto que apenas si utilizas, pero gracias a la economía colaborativa es posible hacer que, aunque no seas tú quien le saque el mayor provecho, otra persona tenga la oportunidad de hacerlo.

Dando continuación al ejemplo del carsharing, si más personas compartieran su coche, es probable que no fuese necesario grandes infraestructuras de transporte y aumentaría la eficacia energética.

2. Tendrás un ahorro económico verdadero

La economía colaborativa puede llegar a ser muy beneficiosa tanto para aquellos que no quieren prescindir de ciertas experiencias pese a tener un presupuesto limitado, como para quienes eligen evitar ciertos gastos que pueden invertir en otro lugar.

Un ejemplo de esto es el coworking en el que los gastos se reducen significativamente gracias a que son compartidos. Al final, poder adquirir productos de segunda mano o dejar de comprar otros (por ejemplo, un coche) significa un ahorro auténtico.

3. Habrá nuevas oportunidades de negocio

En estos modelos de consumo, cualquiera que posea un activo o pueda ofrecer un servicio, tendrá la posibilidad de conectar con posibles consumidores que necesitan soluciones a sus problemas.

Para ello, solo es necesario repasar los numerosos ejemplos de startups que han tomado como modelo la economía colaborativa y lograron convertirse en verdaderas tendencias. Es justo esta colaboración lo que permite sacar adelante modelos de negocio que, si vinieran de un emprendedor, serían inviables o al menos peligrosamente arriesgados.

4. Sostenibilidad

A partir de los intercambios que haya entre consumidores es posible incrementar la vida útil de los productos que ofreces como empresa, puesto que son reutilizados y así se evita la fabricación de productos nuevos.

5. No más intermediarios

Notarás que la comunicación se vuelve mucho más fluida y directa, puesto que no existen intermediarios entre las partes, más que una propia plataforma. Lo que se persigue es que haya un trato más personal que busca el beneficio de todas las partes partícipes.

 

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3 ejemplos de economías colaborativas

Pese a que la economía colaborativa recién está entrando en auge nuevamente y aún necesita algunos ajustes, ello no significa que no esté presente en algunos sectores. A continuación, te mencionamos 3 ejemplos de economía colaborativa que seguro has escuchado alguna vez:

Airbnb

Airbnb ha revolucionado la forma en la que las personas se establecen en cualquier lugar. Hoy día, si quieres viajar a cualquier parte del mundo, solo tienes que entrar a su página web o aplicación para encontrar una habitación disponible, un hostal o un apartamento dentro de su catálogo.

En tu búsqueda puedes establecer el rango de presupuesto, así como también elegir en qué parte de la ciudad quieres quedarte y las comodidades que necesitas.

Netflix

Antes, para disfrutar de una película o cualquier show, debías alquilar un DVD, Blu-rays o, incluso, VHS. Pero, desde que Netflix cambió todo eso, las ofertas cinematográficas o de entretenimiento resultan más baratas para los usuarios.

Tan solo hace falta una cuota mensual para que la plataforma ofrezca a sus consumidores una cantidad ilimitada de contenido audiovisual que estos puedan disfrutar en cualquier momento y donde ellos quieran.

Además, una de sus más grandes  ventajas es que los contenidos propios del catálogo de la plataforma de streaming no son desechados, pues permanecen en la empresa para ser vistos una y otra vez.

Uber

Uber en considerado el prototipo de la economía colaborativa. Sabemos que es una de las formas de transporte con más popularidad en estos tiempos y a simple vista funciona como una compañía miembro de la economía tradicional: es la intermediaria entre los usuarios que necesitan un taxi y los conductores.

No obstante, existe una diferencia fundamental: los conductores son particulares que usan sus propios automóviles para ofrecer el servicio de taxi. Funciona así: ellos tienen el vehículo y el usuario necesita uno para movilizarse, la ayuda mutua está implícita. Este es el principio básico que conforma a Uber.

 

La economía colaborativa llegó para quedarse, no es una moda pasajera. Su principal objetivo es dar a comprender que es necesario pasar de poseer a compartir. Esta es una verdadera revolución que nos revela la voluntad de toda una sociedad que busca cambiar y mejorar la forma en la que actualmente vive.

 

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