¿Cuál dirección de facturación debes agregar en tus facturas electrónicas?

Jonatan Carbonell

Una de las dudas más frecuentes de los contribuyentes al emitir sus facturas electrónicas es: ¿qué dirección de facturación debo consignar en el comprobante? ¿Es el domicilio fiscal, el domicilio comercial o el domicilio del establecimiento donde se realiza la operación? Si también has tenido esta duda al momento de emitir tus facturas, entonces debes quedarte. En este post te contaremos cuáles criterios seguir para agregar la dirección correcta, ¡no te pierdas los detalles!

¿Qué es la dirección de facturación?

La direcciòn de facturaciòn es un dato que debe aparecer en las facturas emitidas por empresas y autónomos. Este corresponde al domicilio fiscal; es decir, el lugar de domiciliación de la persona física o jurídica a efectos legales.

Con frecuencia, esta dirección genera múltiples dudas entre los autónomos y las empresas que deben agregarlo. Pero es sumamente importante resolver esta duda cuanto antes, pues, según el Reglamento de Facturación es obligatorio dar constancia del domicilio tanto del que expide la factura como la de su destinatario.

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¿Para qué sirve la dirección de facturación? 

Los datos de la dirección de facturación servirán que la Agencia Tributaria pueda identificar a una persona natural o jurídica durante el proceso de adquisición de bines o servicios. 

Esta forma parte de lo que se conoce como “datos de facturación” donde se incluye tu nombre, el NIE o NIF y la dirección.

Siendo así podemos distinguir la dirección de facturación de una persona particular. Con esta se identifica al comprador, lo cual es importante para evitar fraudes en el proceso de pago. Y, en otro aspecto, la dirección aplicada a negocios, la cual se aplica en cualquier transacción comercial. Esta es de carácter obligatorio y permite consultar las direcciones de proveedores y clientes.

Dos tipos de dirección de facturación: persona física y persona jurídica

En tu dirección de facturación se acotará si eres una persona física o una jurídica. Pero, para que lo entiendas mejor, a continuación te lo detallamos:

  • El domicilio fiscal de las personas físicas suele coincidir con el de su residencia actual. Sin embargo, puede ocurrir que estos tengan un local donde desempeñen su actividad. En ese caso, deberá acotar la afectación de dicho local para que pueda recogerse el domicilio en las facturas y, así, pudiera deducirla fiscalmente.
  • En otro aspecto, las personas jurídicas suelen tener un domicilio fiscal y uno social, este último igual que el de los autónomos. En ese sentido, si desarrollan su actividad en un local tendrán que comunicar su afección a la actividad ante la Administración Tributaria. Como resultado, en sus facturas habrá de aparecer tanto el domicilio fiscal como el de facturación donde se entregan las materias primas.

¿Qué dirección de facturación puedes presentar?

El domicilio que debes presentar en tus facturas electrónicas depende del tipo de operación que realices y del régimen al que pertenezcas. Según la normativa vigente, existen tres tipos de domicilios que puedes utilizar:

dirección de facturación

Es importante que al momento de procesar tus facturas electrónicas verifiques cuál es el domicilio que corresponde a cada operación y lo consignes correctamente en el campo correspondiente. De esta manera evitarás posibles inconsistencias o sanciones por parte de la autoridad fiscal.

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¿Qué pasa si introduces una dirección de facturación errónea?

Si introduces una dirección de facturación errónea, puede haber varias consecuencias dependiendo del tipo de operación que realices. A continuación te explicamos algunas posibles situaciones:

Si eres un autónomo o una empresa:

Si emites o recibes una factura con una dirección de facturación errónea, puedes tener problemas con la Agencia Tributaria. La dirección de facturación es uno de los datos fiscales que sirven para identificar el domicilio fiscal del emisor y del receptor de la factura. 

Si la dirección de facturación no coincide con el domicilio fiscal, puedes perder el derecho a deducir el IVA o el IRPF de esa factura. Además, puedes ser sancionado por emitir o recibir facturas incorrectas o falsas.

Si eres un cliente online y compras con tarjeta de crédito:

Si compras un producto o servicio con una tarjeta de crédito, la dirección de facturación es un dato que se utiliza para verificar tu identidad y evitar fraudes. 

Si la dirección de facturación no coincide con la dirección asociada a la tarjeta de crédito, el pago puede ser rechazado por el banco o la plataforma de pago. En ese caso, tendrás que introducir una dirección de facturación correcta o usar otro método de pago.

Si eres un cliente online con otro método de pago distinto:

La dirección de facturación puede no ser relevante para el proceso de pago. Sin embargo, puede ser necesaria para emitir la factura correspondiente a tu compra. 

En ese caso, si introduces una dirección de facturación errónea, puede que no recibas la factura o que la recibas con datos incorrectos. Esto puede dificultar tu reclamación o devolución en caso de que haya algún problema con el producto o servicio adquirido.

Como ves, introducir una dirección de facturación errónea puede tener consecuencias negativas tanto para profesionales como para consumidores. Por eso, te recomiendo que siempre revises bien los datos que introduces en las facturas o en las compras online. Así evitarás problemas fiscales, financieros o legales.

En definitiva, ¿cuál dirección debes agregar al emitir facturas electrónicas?

Como mencionamos anteriormente, el domicilio que debe aparecer en tus facturas es el fiscal. Ya sabes que este es el lugar donde la Administración Tributaria puede localizarte como contribuyente y es la que determina tu adscripción a una oficina tributaria en específico.

Pero, existe un tratamiento diferente según si eres autónomo o una persona jurídica (empresas o sociedades). A continuación te lo detallamos:

Autónomos

Generalmente, los autónomos hacen constar la dirección de su residencia como el domicilio fiscal. Por ende, esta es la que aparecerá en sus facturas.

No obstante, existen quienes tienen su vivienda habitual y, aparte, tienen uno o varios locales donde llevan a cabo su actividad profesional. Es cierto que hay quienes prefieren, por seguridad, que sus proveedores y clientes no sepan dónde viven. Pero tampoco quieren perder la ventaja de poder deducirse lo correspondiente al alquiler si ponen la dirección de su/s local/es.

En ese caso, recomendamos que la dirección fiscal siga siendo la del domicilio habitual. Puesto que, si se cambia, perdería el derecho a la deducción. Y, al facturar, debe indicar la dirección del local como afecto a dicha actividad. De ese modo, la Agencia Tributaria admitirá como deducible los gastos generados en el mismo.

En conclusión, puede hacerse figurar en las facturas el domicilio local afecto. Este es, ni más ni menos, aquel que no es la sede efectiva de la empresa, pero se usa para desarrollo de la actividad y está comunicado a la Agencia Tributaria.

Personas jurídicas

Para el caso de las empresas y sociedades surgen dudas distintas. Y es debido a que estas se ven en la obligación de tener un domicilio fiscal y uno social, que pueden no coincidir en la misma dirección. Además, también puede suceder que se tengan distintos locales. Entonces, en estos casos, ¿cuál dirección de facturación debes agregar?

El domicilio social es aquel desde el cual se dirige la empresa. Puede ser el domicilio del administrador o, por ejemplo, establecimiento local principal. 

Ahora, respecto al domicilio fiscal, la factura deberá incluir la sede de la actividad o del establecimiento al que se refieran las operaciones documentadas en la factura. Ello si es relevante para el cumplimiento de las obligaciones tributarias. 

Es decir, en tus facturas debes hacer constar la dirección fiscal y la dirección de facturación, la cual es el local donde son suministradas las mercancías.

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